sábado, 6 de marzo de 2010

Análisis de la posmodernidad y su influencia en la educación.

De todos los bloques tratados sobre la modernidad, deducimos varias cuestiones clave:

En la actualidad, el conocimiento cambia constantemente sin darnos tiempo a afianzar los conceptos que aprendemos. Este hecho genera ansiedad e inestabilidad en los individuos por falta de bases sólidas que les sirva para elaborar conclusiones fundamentadas o coherentes. Además hay que sumar la dificultad para contrastar la información que recibimos de manera masiva, muy variada y en principio, toda igualmente válida. Nosotros mismos producimos información de manera masiva, aún sin tener un conocimiento profundo sobre los temas que tratamos.

Debemos promover en los alumnos la actitud crítica hacia sus convicciones más profundas, las que dan por sentadas y que les muestra la realidad que les rodea. La mentalidad necesaria en la realidad actual y futura es de una flexibilidad total que nos permita adaptarnos a lo que pueda ser la próxima mutación de nuestra realidad.

Los mass-media generan opiniones que parecen correctas pero carecen de fundamento, como por ejemplo las ideas del bien y del mal ¿Por qué es correcto matar a los malos de la película? ¿Por qué el bueno tiene derecho a matar sin ser juzgado? Curiosamente, aquel personaje con el que el espectador se sienta identificado tiene derecho a hacer cualquier cosa en pos de sus propios intereses.

Otra característica de los mass media es su capacidad de generar emociones con hechos falsos, mientras que los reales nos dejan relativamente indiferentes, como los telediarios. Quizá sea porque en nuestra sociedad actual atrae más, genera más interés, la escenografía que el autentico trasfondo de la información que recibimos. Los medios de comunicación intentan romper continuamente los límites de nuestra sorprendibilidad, lo que nos hace cada vez menos vulnerables a estos ataques, con lo cual, al observar una situación (o parte de ella) real, no genera en nosotros emoción alguna, ya que no está convenientemente teatralizada para alcanzar nuestro nivel emotivo, al que solo llegan las películas o las series televisivas y últimamente los reality shows (que podrían denominarse “realidad edulcorada”).

El capitalismo nos genera necesidades innecesarias (¿quién necesita Internet en el móvil?). Es nuestro deber ayudar a nuestros alumnos a cuestionarlas, para que no sean fácilmente manipulables por el mercado y su inherente publicidad. Aunque muchas de las NNTT nos sean útiles, no significa que siempre sean positivas. Hay que actualizarse pero no dejarse llevar por un avance tecnológico sin sentido. Hay que usar las NNTT con sentido crítico y hacérselo ver a nuestros alumnos.

En lo referente a los metarrelatos y los pequeños relatos (aunque ambos hemos tratado la cuestión en entradas anteriores) nos gustaría destacar que ni los metarrelatos han caído totalmente, ni es cierto que cada individuo tenga su pequeño relato. Ambas cosas son heredadas (total o parcialmente), nadie elabora conclusiones desde cero y es inevitable tomar estas ideas prestadas de nuestra sociedad, sobre todo de las personas en nuestro entorno inmediato. En definitiva, son posturas fáciles de enfrentarse al conocimiento, ya que como se toman como verdades no requieren (supuestamente) de una reflexión profunda.

Nuestro enfoque educativo debe tener como finalidad máxima crear individuos críticos y reflexivos que pongan en tela de juicio la realidad que les rodea y que además tengan una mentalidad abierta y dialogante, para que respeten y escuchen las ideas de los demás enriqueciendo su propio entendimiento del mundo. Del mismo modo deberemos conseguir que nuestros alumnos no se conviertan en analfabetos funcionales y promover en ellos un interés por su propia capacidad de aprendizaje, que en definitiva, es lo que necesitarán en las sociedades futuras, donde los cambios puedan ser mucho más vertiginosos que los que conocemos actualmente.

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